Entre la ciudad y el bosque

-Escuchame bien!Si hubieras peleado conmigo,habrias sabido que entrenamientos tendrian que ser!Los cachorros deben ver la vida real!No como perros adoptados que solamente les dan cariños y acaricias!La lider,debe hacer que sus camaradas hagan!-le dije

-De acuerdo, entonces sólo te pediré que no nos hagas comer carne humana. Le dije a mis padres que nunca lo haría, ni yo ni él. Supongo que sabes mucho mejor que yo lo que supone una promesa a los padres y el honor que se haya en ellas.

-Yo no he prometido a nadie!Ve por el camino que vas a ir,y lo sabras.-le dije

-Explícate, por favor- le pedí.

-Mira,si alguien te promete algo,no te lo prometera.A mi me prometieron que mis padres iban a protegerme,pero,me abandonaron.Es por eso que yo no prometo a nadie!-le respondi

-¿Te abandonaron tus padres?- le dije sorprendido.

-Si,mis hermanos querian ir conmigo,pero,les mataron.Mis padres,me vieron atacar a un lobo mas mayor que yo.Pero,ellos les hizo caso a ese lobo,pero,mis hermanos me vieron,y me protegieron.Pero,mis padres,eran unos malvados padres!Mi tio,me encontre deespues del escape y me cuido y me enseño aprender tecnicas de lucha.Es el unico familiar que tengo.-le respondi

-Lo siento, no lo sabía.- le respondí afligido.

-Es por eso de que tienes que ver la realidad.Solamente podras saber,si un familiar te abandona.Ya estamos llegando a nuestro paraiso.-le dije

-¿Paraíso?- Entonces recordé una cosa- ¡Oh, cielos! ¡Olvidé a Rayo!
Di rápidamente la vuelta y cogí al cachorro.
-¿Qué...? ¿Qué pasa, Blas?- me dijo aturdido.
Corrí todo lo rápido que pude y nos reunimos de nuevo con la manada. Me preguntaba cómo era ese paraíso.

Despues de una hora caminar,llegamos a nuestro paraiso.Habia 4 cascadas en cada lado,y un gran lago.
-Que os parece?-les pregunte

Si, era un paraíso
-Wow, no lo puedo creer, de verdad es un paraiso-
Dije mirando hacia todos lados

-Este es nuestro territorio.Este es el lugar,donde estaremos durante los entrenamientos.Tambien,nos iremos a las montañas nevadas.-les dije a los dos

-¿Cuánto tiempo estaremos aquí?- le pregunté.

-Hasta que habeis entrenado totalmente.-le respondi

-¿Y cuándo empezamos?- le preguntó Rayo.

-Ahora-le repondi con una sonrisa malefica
Le entrene mucho,y tuve que enseñarles tecnicas ninjas.

El entrenamiento era muy duro, nunca había luchado tanto. Tanto Dingo como yo fuimos adiestrados fuertemente, llegó un momento en el que mis patas casi no respondían.

-Descansad!Ahora iremos a cazar!-les dije

Era un duro entrenamiento, no lo podía dudar.
Cuando Eowyn dio la orden de descansar me lanzé al suelo muy exausto.
Despues de un rato de descanso salimos a cazar.

Tras el descanso, Eowyn nos dijo que debíamos ir a cazar. Avisé a Rayo que nos iríamos fuera unos minutos y que esperase escondido.

Me levante y dije:
-VAMOS VAGOS!

Me acerqué a Eowyn.
-¿Cuánto necesitamos cazar?

-20 ciervos,y que sean machos.-le dije

Fui con un grupo de perros en busca de unos ciervos. Vimos una manada con unos ocho machos junto con varias hembras. Nos acercamos sigilosamente a ellos y decidimos dividirnos en grupos de dos para cazarlos a todos, mi compañero y yo nos lanzamos sobre uno de los ciervos, pero éste me embistió y me tiró hacia atrás. Mi compañero le atacó al lomo y me dijo que le agarrase para que él pudiera tirarlo. Le hice caso y por fin lo tumbamos, los demás también había tirado a los otros machos. Llevamos las presas al claro y Rayo se abalanzó sobre el ciervo que trajimos el perro y yo.